El carácter festivo de los valencianos se manifiesta en la Costera de manera única. Un legado cultural extraordinariamente popular, rico y diverso. Se mezclan las fiestas religiosas y las profanas, algunas con origen en los cambios estacionales y ciclos agrícolas, siempre adobadas con la música de las bandas. De interés especial son las fiestas del fuego, las ferias, la procesión del Corpus y las danzadas.
Muchos municipios de la Costera tienen sus propias ferias, algunas de las cuales son históricas. Un calendario festivo y ferial muy arraigado dentro del territorio valenciano. La Feria de Xàtiva se celebra por privilegio del rey Jaume I desde 1250. Se celebra del 15 al 20 de agosto y es una de las ferias más emblemáticas del territorio Valenciano. También por privilegio real, en Torrent d’en Fenollet, el primer viernes de marzo, se celebra el Porrat de Torrent, una antigua romería que se mantiene desde hace siglos. En mayo se celebra la Muestra de vinos en Terres dels Alforins, una cita para los amantes del vino que engloba diferentes actividades: catas de vinos, degustaciones gastronómicas y actividades culturales. También alrededor del vino, en la Font de la Figuera se celebra la feria gastronómica del vino Tasta la Font, una muestra que ofrece una selección de su artesanía culinaria y vinícola. Vallada celebra en octubre la Muestra alimentaria de la Costera, donde labradores, queseros, panaderos, cocineros, cerveceros, carniceros y artesanos exponen los productos de la comarca. La Feria de septiembre de Canals se celebra con gran variedad de actividades y en ella se suman los colectivos culturales, deportivos y sociales del pueblo. Desde hace pocos años en Xàtiva se celebra en el mes de febrero El Firall, una feria dedicada al cultivo y aprovechamiento culinario del ajo tierno de la Costera.
Las hogueras han ido logrando protagonismo a lo largo de los siglos en las fiestas de los pueblos de la Costera. Su construcción y plantà en las plazas mayores de los municipios se ha integrado en el ritual de la fiesta. La más importante y conocida es la que se quema el 16 de enero, víspera de San Antonio Abad, en Canals. Es tan voluminosa que empieza a montarse un mes antes, con la entrada del primer tronco el 8 de diciembre. Ese mismo día, en el pueblo vecino de Cerdà, también lo celebran con una hoguera muy espectacular. En Montesa, el 20 de enero en honor de San Sebastián, patrón del pueblo. Y en l’Alcúdia de Crespins por San Onofre, en el mes de junio. También es tradición en casi todas las poblaciones de la Costera hacer hogueras en la Noche de San Juan, la noche más corta del año, fiesta que era celebrada también por los musulmanes.
La Dansà de la Font de la Figuera está reconocida como Fiesta de interés turístico Provincial. Un acto que se celebra dentro de las fiestas patronales en honor a la Virgen María de los Chicos el primer jueves de septiembre y el sábado siguiente. La fiesta fue recuperada a mediados del siglo XX de la mano de Vicent Tortosa i Biosca, que revitalizó las danzas animando a la juventud a bailar, uniformizando la indumentaria y la disposición de los participantes en medio de la plaza y creando una dansà infantil. Actualmente participan alrededor de 120 parejas ataviadas con la indumentaria tradicional fontina del siglo XVIII. La Dansà de Xàtiva se celebra la víspera de la fiesta de la Virgen María de la Seo, el 4 de agosto por la noche. Tiene lugar en la plaza de la Seo y a continuación entra dentro del templo, donde se hace la ronda y se cantan albades. En el otoño, durante las fiestas de la calle de Sant Josep, a principios de octubre, también se hace una noche de dansà y una tarde de folies.
Es una de las más importantes de la Comunidad Valenciana y una de las más antiguas. La ciudad cuenta con una Hermandad de dieciséis cofradías y gran participación de los vecinos de la ciudad y de la comarca. Se trata de una manifestación religiosa con un alto valor cultural y patrimonial, recientemente declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial. Sus orígenes se remontan a finales de la Edad Media. En los archivos municipales se perdió toda la documentación anterior al 1707, año en el que Felipe V ordenó la quema de la ciudad. A continuación, durante el siglo XVIII, la Semana Santa logra su máximo esplendor. Según documentos de la época, se encuentra entre las más destacadas de toda el área mediterránea.
La romería a Santa Anna se celebra todos los años a principios mayo. Los vecinos de la Llosa de Ranes recorren el camino que separa la plaza Mayor del pueblo hasta la ermita de Santa Anna. La imagen de la santa es trasladada en una carreta arrastrada por caballos y en la ermita es recibida con una danzada, posteriormente hay una misa y, una vez acabada, se cantan los gozos a Santa Anna y la bendición de los Términos. A continuación, todos los vecinos disfrutan de un almuerzo en la Pinada de Santa Anna y sus alrededores. El Porrat de Torrent d’en Fenollet se celebra el primer viernes de marzo desde hace ya varios siglos. Es una romería muy popular con mercado tradicional donde encontramos toda clase de tenderetes. Una devoción llena de curiosidades, como la que protagonizan los jóvenes solteros y solteras que quieren encontrar pareja o que quieren conservarla. En Xàtiva se celebra La romería al Puig. Convocada por la plataforma Salvem el Puig y secundada por varias asociaciones culturales y eclesiásticas, tiene como objetivo la recuperación del edificio gótico del siglo XIV. Se desarrolla con un ambiente lúdico y festivo, en el cual no puede faltar la mistela, la mona, la dulzaina y el tabalet. También en Xàtiva, el 19 de marzo es muy popular la romería a San José que protagoniza la comunidad fallera. En el acto participan activamente la Junta Local Fallera, La Escuela de Danzas de Xàtiva, la Colla la Socarrà y la Muixeranga de Xàtiva.
Esta variante del canto valenciano de estilo, habitual en las fiestas de las poblaciones rurales valencianas, ya documentada en el siglo XIV, es una tradición que se encuentra en las fiestas de la mayoría de pueblos de la Costera. El cant d’albades se caracteriza por tener una temática satírica y humorística. Consta de una parte instrumental que consiste en una tocata de dulzaina y tabalet, y de una parte cantada a cappella por el cantaor y los suele acompañar a menudo el versaor, que es quien inventa los versos. A menudo se suele interpretar al amanecer, aproximadamente a las tres de la madrugada, puesto que las letras suelen ser críticas con los políticos, figuras institucionales o relevantes de la población. Los versaors y los cantaors aprovechan las avanzadas horas de la noche y de la fiesta, para poder realizar una crítica, en mayor o menor grado de severidad.
La música es una de las artes más arraigadas en el territorio valenciano y constituye un rasgo importante de identidad colectiva en la Costera. La música está presente durante todo el año acompañando el ciclo festivo, o cualquier acto cultural o de otro tipo. Casi todos los pueblos tienen banda propia, muchas de las cuales son centenarias. La popularidad de la música de las bandas la convierte en parte esencial e inseparable de nuestras fiestas.
Aunque es una tradición más arraigada en las comarcas vecinas, las Fiestas de Moros y Cristianos también se celebran en la Costera. Una fiesta con más de cien años de historia en poblaciones de poniente como Montesa, Moixent, Vallada y la Font de la Figuera. Estas fiestas conmemoran las batallas que se libraron durante la conquista cristiana. Son testimonio de todo el periodo de rebeliones sarracenas, de los ataques de piratas berberiscos y de la expulsión de los moriscos en el siglo XVII. El acto central de la fiesta se conoce como Entrada Mora y Entrada Cristiana, y se caracteriza por su espectacularidad, no sólo por los trajes de los festeros, sino también por la participación de carrozas engalanadas. Sus grupos de dulzainas y percusión interpretan música típica de estas fiestas: marchas moras, cristianas y pasodobles. Una fiesta llena de música, luz y color que conmemora una parte de nuestra historia.
El juego de la Pelota aparece por tierras valencianas con los caballeros de la conquista. En el siglo XV su práctica y popularidad se extendían desde el propio rey, la nobleza, el pueblo y los pequeños de cada calle. Se tiene constancia que Fernando de Aragón, el Duque de Calabria, mientras estuvo encarcelado en el Castillo de Xàtiva, se entretenía jugando a pelota en un espacio que le habilitaron expresamente en la fortaleza. Entre las diferentes modalidades de pelota valenciana, la más jugada en la Costera es el Raspall, la cual se caracteriza porque la pelota puede ir a ras del suelo y en este caso el pelotari tiene que efectuar el golpe denominado raspada. En el Genovés se encuentra el Museo de la Pelota, espacio dedicado a la historia, la divulgación, y la investigación de este deporte, que cuenta además con un trinquete. Otros pueblos que cuentan con trinquete son Canals, Moixent, Llocnou d’en Fenollet y la Llosa de Ranes.