La Ruta del agua de la Costera
Agua domesticada por el hombre desde hace centenares de años y que ha creado unos caminos, unos paisajes, una riqueza y toda una serie de infraestructuras del agua, que ha sido parte fundamental y primordial para la vida de los habitantes de La Costera.
La vida en el cuerpo de la Costera
El agua es vida en todos los lugares, pero en La Costera esta relación ha sido íntima y estrecha y buena parte de nuestra vida e historia ha seguido los caminos trazados por el agua en los ríos, barrancos y acequias o girando alrededor de los puntos donde ésta se acumulaba o se podía aprovechar. Ser el enlace entre los regadíos extensos de las huertas y los dominios del secano ha causado que podamos disfrutar de un patrimonio del agua, de una riqueza y de una variedad difícil de encontrar en otros lugares.
El itinerario os permitirá visitar los parajes mejor conservados de nuestro entorno natural hídrico, pero también conocer cómo la gente de la Costera ha encontrado mil maneras de disfrutar del agua y transformarla en vida, en fuerza o en caudales para la regadío.
Os invitamos a hacer con nosotros este camino en el que nunca dejaremos de sentir el rumor del agua corriendo o el sonido risueño de las gotas de agua al golpear más agua o la piedra. Una ruta por las venas que llevaban y llevan la vida al cuerpo de la Costera.
El RÍO de Barxeta, naturaleza e historia
El riu de Barxeta es uno de los afluentes del río Albaida, con el que junta sus aguas muy cerca de Xàtiva. A pesar de que no es muy caudaloso, sus aguas son regulares y junto a la carencia de contaminación lo ha convertido en un entorno natural de alto valor. En el río de Barxeta podemos encontrar interesantes formaciones y especímenes vegetales como por ejemplo bogas, berros, cañas, sauces, chopos y olmos. Esta vegetación y sus aguas son el sustrato básico que mantiene una fauna que incluye especies autóctonas como la anguila, la espinilla o la madrilla junto a otras foráneas como las carpas. Junto a los peces y algunos invertebrados podemos encontrar otras especies como la rata de agua, mamíferos cazadores (jinetes, tejones, comadrejas, etc.), culebras de agua y anfibios. También es el hogar de numerosas especies de aves, como por ejemplo el martín pescador, el abejaruco, el ruiseñor o los jilgueros. De forma puntual se pueden encontrar otras aves como por ejemplo los collverds que se desplazan desde marjales próximos o hacen paradas en desplazamientos más largos.
EL GENOVÉS Y ALBOI: FUENTES, CAMINOS De AGUA Y RÍOS DE NATURALEZA
A El Genovés llegaremos por la CV-610 y en la entrada del pueblo veremos enseguida el primer hito de nuestro itinerario, la monumental fuente de San Pascual Bailón, hecha construir por el señor del pueblo, Pascual Fenollet Roca de Togores, en 1777, en honor al patrón del pueblo. Una vez fuera del pueblo, y siguiendo un camino situado a la izquierda de la CV-610 en dirección a Xàtiva, que está señalizado como “urbanizaciones” en una rotonda, se encuentra el paraje de Alboi. En este punto, próximo al pueblecito del mismo nombre que forma parte del municipio del Genovés, podemos ver el río y las famosas arcadetes. Les arcadetes de Alboi son arcos góticos (S. XV-XVI) edificados sobre una obra anterior (S.XI) del acueducto de Bellús que lleva caudales desde el río Albaida hasta la huerta de Xàtiva, en un recorrido de más de 7 km.
XÀTIVA LA CIUDAD DE LAS MIL FUENTES
Histórica y milenaria, Xàtiva siempre ha sido una ciudad importante que ha concentrado una población que quería disfrutar de su entorno. Desde la antigüedad la gente de Xàtiva ha tenido que razonar cómo conseguir que el agua llegara a los hogares de la ciudad, y más cuando no había ningún río próximo al casco urbano. Como era complicado que una población tan grande dependiera exclusivamente de aljibes y pozos, se habilitaron conductos que aportaron agua a la ciudad desde las acequias que regaban la huerta de Xàtiva. Así, canales como el de Bellús, la acequia de Ranes o el del agua Santa eran aprovechados para abastecer los hogares de agua. El origen de este sistema es al menos andalusí, si no es anterior. En el siglo XVIII se contabilizaban más de novecientas fuentes en la ciudad, divididas en tres clases: Las reales -monumentales y mantenidas por la ciudad-, las vecinales -a cargo del vecindario de una calle o barrio- y las particulares, que brotaban en los domicilios particulares. Por todo ello Xàtiva es conocida como “la ciudad de las mil fuentes”.
LA RUTA DEL AGUA
A estas alturas muchas de estas fuentes son todavía visitables, formando un rico conjunto patrimonial que podremos encontrar en muy pocos lugares. Un testimonio vivo y refrescante de cómo nuestros antepasados aprovecharon todo su ingenio para facilitar las condiciones de vida y la propia vida en su ciudad. En el núcleo histórico de Xàtiva se ha habilitado una ruta que permite visitar algunas de las fuentes más importantes de la ciudad. Una forma refrescante de conocer las calles, el patrimonio y su evolución a lo largo de la historia.
LOS BAÑOS Y LAS FUENTES
En la Llosa podemos encontrar dos importantes testigos del uso público del agua que todavía están muy vivos: la Fuente de la Iglesia y la Fuente del Rincón. Históricamente el crecimiento de los pueblos iba acompañado de la construcción de fuentes, que iban dando servicio a sus habitantes. En el caso de la Llosa de Ranes estas fuentes se edificaron en 1786 y en 1852 respectivamente.
EL BALNEARIO Y La ERMITA DE SANTA ANNA
Ya fuera del pueblo, y a través de un camino asfaltado y señalizado, tenemos los baños o balneario de Santa Anna, donde el agua tenía un uso medicinal. Este balneario fue edificado a finales del siglo XIX y permaneció abierto hasta la década de los 70 del siglo XX. Posteriormente restaurados se usan como albergue en la actualidad. Volviendo al camino principal que nos ha llevado a los baños y deshaciendo parte de lo que se había avanzado, se vuelve al camino que lleva hacia la ermita de Santa Anna, que a pesar de estar completamente rodeada por tierras de la Llosa de Ranes pertenece al municipio de Xàtiva. Este edificio fue edificado por orden del setabense Rodrigo de Borja, más conocido por su nombre de Papa, Alejandro VI. Fue finalizada en 1443 habiéndose reformado posteriormente. Ahora sólo queda en pie la capilla, ya que se ha perdido la vivienda del ermitaño, las cuadras y otros edificios auxiliares. Aun así, frente a la puerta podemos ver todavía un pozo que se abastecía de un aljibe y que almacenaba agua de lluvia para abastecer a sus habitantes.
La Cabrentà, naturaleza y personas
Estubeny conserva algunas fuentes interesantes en sus cercanías, pero es el paraje de la Cabrentà, muy próximo al casco urbano, el que tiene un mayor interés hídrico. La Cabrentà se puede recorrer siguiendo un itinerario señalizado desde el pueblo, al principio del cual podemos disfrutar de magníficas vistas sobre el valle. Camino de la Cabrentà podemos disfrutar de fuentes y un lavadero, pero es en este paraje donde podemos encontrar el rastro del agua como constructor del paisaje que vemos. De entrada, la Cabrentà se encuentra en el cañón o estrecho del Riu Sellent, un valle de poco más de un centenar de metros de ancho que éste ha creado erosionando los materiales de las montañas originales.
La Costera de Ranes.
La Costera de Ranes es la subcomarca histórica formada por el arco de pueblos que se sitúan en las sierras que bajan desde la Sierra Plana y el Canal de Navarres hacia el río Cànyoles por su margen izquierdo. Una franja estirada de pueblos que incluye la Torre de Canals, Canals, Aiacor, la Torre de los Frailes (o Torre-Cerdà), l'Alcúdia de Crespins, Cerdà, Torrella, Llanera de Ranes, la Llosa de Ranes, Rotglà i Corberà, la Granja de la Costera y Vallés. De forma más resumida se podría decir que abarca los lugares que se regaban de las acequias alcanzadas por el Riu dels Sants. De ahí el topónimo Rana (Ranes), que parece derivar de una palabra árabe para referirse a los manantiales.
El Riu dels Sants
El río brota en el término de l'Alcúdia de Crespins, en el paraje conocido como el Nacimiento y muy cerca de la zona de baño del Río Nou. Desgraciadamente, la sobreexplotación de los acuíferos por pozos de regadío ha causado que se quede seco durante largas temporadas, teniendo que hacerse uso de un pozo y motores para poder llevar agua en ciertas épocas. Aguas abajo del río encontramos cinco partidores de los que parten las acequias que riegan la comarca.
LAS ACEQUIAS Y LOS LAVADEROS
Los núcleos de l'Alcúdia de Crespins y Canals son atravesados en su subsuelo por esta red de acequias y los adyacentes que de ellas salían. Así, muchas casas de sus núcleos antiguos tenían pozos que se abastecían directamente del agua de las acequias. Muchas viviendas particulares contiguas al riu dels Sants o a la Acequia de Ranes abrieron lavaderos particulares. Otros pueblos de la Costera, como Cerdà o Torrella, limitaban con la acequia de Ranes, que los abastecía de agua de regadío y de uso doméstico. En Cerdà todavía podemos disfrutar de un lavadero que aprovechaba estas aguas.
El Bosquet, la Fuente y la vida del agua
A unos pocos kilómetros, en el sur del casco urbano de Moixent se encuentra el paraje del Bosquet. Moixent ha sido históricamente tierra de secano con dificultad de introducir la irrigación en las mesetas y sierras que conforman la mayor parte de su término. En el último tercio del siglo XVIII se emprendió la iniciativa de construir un pantano en este paraje que permitiera mejorar la irrigación local. El embalse se encuentra en el centro de una hoya cerrada, entre las montañas del Picaio, sierra de la Atalaya, Corvatelles y la Balarma. Actualmente, el embalse tiene unas dimensiones de cien por doscientos metros aproximadamente y una profundidad media de unos ocho metros. Su capacidad es de unos 160.000 m³ que riegan una superficie de un poco más de cuatro hectáreas.
El Minat y la Font de Baix
La Font de la Figuera, municipio vecino de Moixent, también emprendió sus obras para obtener caudales que irrigaron parte de sus secanos. Aun así, la Font de la Figuera se abastecía por diferentes métodos que demostraban mucho ingenio. Por un lado, estaba la Font del Poçanco que se abastecía del minat de Serramala. Un minat es una galería artificial subterránea que lleva agua desde el subsuelo allá donde sea necesaria. En 1776 se construyó la Font de Baix y una balsa de regadío que se abastecía de estos sobrantes. Muy cerca de la fuente se encontraba un lavadero que se abastecía del agua del barranc dels Molins. En 1885 se construyó un lavadero nuevo sobre el antiguo para aumentar el servicio que prestaba.